Animado por D. Víctor Álvarez Torres, vicario general de nuestra Diócesis, el arciprestazgo de Santa Cruz de La Palma celebró un retiro de cuaresma durante la tarde del domingo día 24 en la Parroquia de El Salvador. Se trató de una posibilidad para acercarnos desde la interioridad a estos días de la Cuaresma, que se nos presentan como preparación inmediata hacia la Pascua. De la misma manera, nos ofreció una oportunidad de encuentro entre los creyentes de las diferentes parroquias de nuestra zona.
En un acto sencillo pero emotivo, el domingo 24 de marzo, se bendijo la sala que la parroquia tiene en la calle Real. La bendición llevó de la mano el recuerdo de D. José Van de Walle, sacerdote que durante muchos años sirvió a esta comunidad. Será él quien dé nombre a esta sala de uso pastoral de nuestra comunidad. La presencia de su familia y amigos, así como una exposición de fotos de diferentes momentos de su vida, le dieron al acto un carácter entrañable, que hace justicia al modo de ser de D. José. Gracias a quienes aportaron sus fotos, a quien mimó la preparación de la exposición y a quien sugirió el nombre de D. José para denominar esta dependencia parroquial. Y, sobre todo, gracias a D. José que tanta y tan buena huella dejó entre nosotros.
El sábado 23 de marzo, tras la eucaristía de la tarde, la parroquia celebró el Vía Crucis que desde algunos años animan las cofradías de El Salvador. Esta vez presididos por la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, el rato de oración nos permitió entrar con respeto en la experiencia del camino de la cruz tal como fue vivida por la madre de Jesús. El recorrido nos llevó desde el Templo de El Salvador hasta la iglesia de Santo Domingo y, en cierta medida, empezó a prepararnos para los días que estamos llamados a vivir con intensidad en la próxima Semana Santa. Gracias a quienes con su esfuerzo y su servicio nos ayudaron a vivir esta experiencia.
