Creíamos que íbamos a ver las estrellas del cielo. Y llevábamos un puñado de estrellas entre nosotros. Eran las más grandes y las más luminosas. Gracias, chicos, gracias papás y mamás,... Gracias por tus explicaciones Toño. Y por la buena cena, y por los divertidos juegos, y por el ambiente de familia. Y por los que roncaron toda la noche y le pusieron música a nuestros desvelos ¡Qué regalo nos hemos hecho unos a otros!