El fin de semana del 20 a 22 de marzo, en el monasterio del Císter de nuestra isla, se dio comienzo a una iniciativa en el trabajo de pastoral juvenil. Esos días la coordinadora arciprestal de pastoral con jóvenes celebró una prepascua a la que asistieron chicos y chicas de varias parroquias de nuestro arciprestazgo. Concretamente 49 jóvenes, acompañados por un grupo de monitores, se dieron la oportunidad de reflexionar, orar y compartir sobre el sentido del triduo pascual.
La experiencia nos da mil razones para el agradecimiento. En primer lugar a Dios, que nos permitió vivirla y, con toda seguridad, acompañó nuestros pasos. Pero, también a los monitores de la misma por su trabajo y buen hacer y a los participantes en la prepascua, que la convirtieron en un regalo para todos.