Los días 5, 6 y 7 de octubre brindaron a la comunidad la posibilidad de mirar a la Madre de Jesús como modelo e intercesora. El Triduo en honor de Nuestra Señora del Rosario nos congregó para celebrar la eucaristía, para compartir una oración comunitaria acercándonos a los misterios de dolor de nuestro mundo y para hacer presente la imagen de Nuestra Señora del Rosario por nuestras calles. Gracias al trabajo y la generosidad de todos que hicieron posible estos días de encuentro, de oración y de expresión de la fe.
