El día 6 de agosto la parroquia se vistió de fiesta para celebrar la Transfiguración del Señor. Este año el encuentro fue un poco más sencillo que otros años. La situación de nuestra de isla, azotada por un grave incendio, nos animó a suspender el brindis que normalmente clausura nuestra fiesta. Todo lo preparado para el mismo se decidió enviarlo al personal de extinción de incendios que, con tanta razón, se merecían nuestra cercanía y solidaridad.
El ambiente de fiesta se expresó fundamentalmente en la celebración de una hermosa eucaristía en la que pudimos expresar nuestro ser familia en torno al altar. Gracias a todos los que pusieron su granito de arena para la ocasión. Pero gracias también a todos aquellos que hacen posible la vida de la parroquia, tanto en los buenos como en los malos momentos.