El martes de 17 de octubre la parroquia se sintió bendecida por la presencia de Stephan, misionero comboniano, que compartió con nosotros su fe, la experiencia de su misión y la alegría del amor de Dios. Tanto los niños de la catequesis como los adultos pudimos escuchar sus palabras y contagiarnos de su entusiasmo evangelizador. Gracias a Dios y gracias a Stephan.