El sábado 25 de marzo, el grupo de jóvenes compartió otro de sus encuentros. En esta ocasión, se trató de un momento de oración en torno a las "estaciones actuales" de un Vía Crucis.
En el diálogo y la oración, los jóvenes entraron dentro de sí mismos, pero también volcaron una mirada compasiva sobre el mundo. Pasar del viernes santo al domingo de pascua es un ejercicio que supone mirada, misericordia y compromiso. Todo vivido al estilo de Jesús.
