La tarde noche del 21 y toda la mañana del 22 de marzo, la Comunidad parroquial celebró su jornada de 24 horas para el perdón. Todo ese tiempo, en el que el templo de El Salvador estuvo abierto, constituyó una oportunidad preciosa para orar ante el Santísimo y también para poder celebrar el sacramento del perdón como ayuda importante para vivir internamente el espíritu de conversión de la Cuaresma.